Mortal Kombat te sorprenderá con esta historia
Publicado por PanConMantequilla • enero 2, 2023
Los personajes de la primera trilogía de Mortal Kombat siguen siendo los favoritos de los fans. Scorpion y Sub-Zero suelen aparecer como las opciones más obvias, pero nombres menos conocidos también gustan por diferentes motivos.
Quizá recuerdes que en el tercer Mortal Kombat se produjo un movimiento especialmente importante en la historia del clan Lin Kuei: la iniciativa cibernética que convirtió en máquinas a guerreros como Sektor, Cyrax y Smoke.
Sabemos que Sektor fue el primer miembro de los Lin Kuei que se ofreció voluntario en la iniciativa cibernética. Fanaticamente leal al grupo, ni siquiera se lo pensó dos veces antes de renunciar a su alma y convertirse en una herramienta asesina. No hay información sobre cómo se sintió Cyrax al convertirse en una máquina en los juegos clásicos. También, se encontró con Sub-Zero en el tercer juego y reprogramado para enfrentarse a los escuadrones de Shao Kahn.
De momento, no hay ninguna tragedia. ¿Verdad? Pues bien, está claro que el Lin Kuei que da título al artículo que estás leyendo es el nostálgico Smoke. El guerrero que nunca quiso renunciar a su humanidad en nombre de los Lin Kuei. En la biografía de Smoke en Mortal Kombat 3 se afirma que él, uno de los guerreros más letales de los Lin Kuei, era amigo íntimo de Sub-Zero. Cuando comenzó la iniciativa cibernética, los dos intentaron huir juntos para evitar ser convertidos en máquinas. Sin embargo, sólo Sub-Zero, que ya había decidido abandonar el clan, consiguió escapar.
Transformado en una máquina supuestamente sin alma, Smoke comenzó a seguir la misma misión que seguían Cyrax y Sektor: matar a Sub-Zero. Sin embargo, a diferencia de los otros dos guerreros, la conciencia humana de Smoke despertó parcialmente cuando se enfrentó a los invasores de Outworld.
Este conflicto con guerreros de otro mundo hizo que Smoke se diera cuenta de la verdad sobre sí mismo: aún poseía un alma, sí, pero estaría atrapado para siempre en ese cuerpo artificial.
Fuente: The Enemy