La mayor incoherencia de los videojuegos de The Witcher
Publicado por Zyk • agosto 20, 2022
Geralt se ha convertido en uno de los héroes más conocidos de los videojuegos gracias al éxito de la franquicia The Witcher. Principalmente, gracias a Wild Hunt, el tercer título de la trilogía producida por CD Projekt Red. Los juegos, en este caso, son una continuación de los libros de Andrzej Sapkowski; una especie de fan fic que cambia, considerablemente, algunos aspectos de la obra original. En algunos aspectos, incluso para mejor. Tal vez en todos ellos.
Un aspecto fundamental de la jugabilidad, de hecho, es uno de los cambios más notables en comparación directa con los libros. Se trata de una incoherencia a la hora de analizar los libros de The Witcher, pero era imprescindible ir por ese camino. Mientras explora el Continente, Geralt puede interactuar con los NPCs de diferentes maneras. Una de ellas, por ejemplo, es utilizar los Signos para hacer que los interlocutores se convenzan de algo, al más puro estilo Jedi (Star Wars).
En el combate, los Signos se utilizan para diferentes propósitos. Podemos disparar fuego a los enemigos, empujar a los adversarios mediante algo parecido a la telequinesis e incluso protegernos con una barrera que absorbe el daño y lo transforma en salud. Hay mejoras para cada uno de los Signos y, sinceramente, el árbol de habilidades de este sistema es bastante satisfactorio. Sin embargo, en los libros, los Signos son un nivel de magia extremadamente bajo. Algo que Geralt utiliza sólo como último recurso, ya que son recursos extremadamente limitados.
En los juegos, es mil veces más fácil progresar cuando se invierte lo suficiente en los Signos. La forma en que estas habilidades evolucionan con el tiempo es excelente. Llega un momento en que Geralt parece absolutamente invencible. Aunque el Geralt de los libros se entrenara mucho, nunca alcanzaría ese nivel de utilidad para los Signos. Y, por cierto, me alegro de que los juegos hayan cambiado eso. Controlar al Geralt de los juegos es mucho más genial de lo que sería controlar al Geralt de los libros.
